Elimina los callos y hongos de tus pies

El uso de calzado inadecuado, la fricción continua y ciertos malos hábitos pueden favorecer la aparición de callos y hongos en los pies. Ambas cuestiones pueden llegar a alterar incluso la forma de caminar, perjudicando así la salud lumbar, por ejemplo.Los callos son capas de piel que han adquirido un mayor grosor de lo normal y que pueden llegar a ser escamosos. Generalmente se forman en los talones y en la parte delantera de los pies por presión o fricción, por el uso de un calzado inadecuado. Constituyen un problema estético para la persona.

Por su parte, los hongos son son un tipo de infección que, además de causar mal olor, puede alterar el aspecto de las uñas. En ocasiones, puede ser que se decoloren y en otros, puede ser que se tornen amarillentas, irregulares y frágiles. Para tratarlos correctamente es necesario acudir a un dermatólogo.

Aspirina: Hidratación perfecta para callos y hongos

aspirina para callos y hongos

El uso de la aspirina resulta muy útil y seguro como remedio efectivo para los callos y los hongos de los pies, y esto se debe a que el ácido salicílico promueve la descamación epidérmica con eficacia.

Lo que necesitas

10 Aspirinas
Agua

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Cómo preparar el remedio de la aspirina

Para comenzar con la preparación de este remedio solo tienes que triturar en un envase 10 aspirinas hasta convertirlas en un polvo muy fino. Luego lo mezclas con un poco de agua para formar una pasta.

Una vez que tengas la pasta preparada, aplica con la yema de tus dedos sobre la parte afectada. Deja reposar durante 5 minutos. Pasado este tiempo, procede a retirar lavando los pies con abundante agua, seca con un paño limpio los pies.

Atrévete a lucir unos pies impecables con estos remedios naturales
Este proceso puedes hacerlo 3 veces a la semana o hasta que veas que tus pies están completamente sin hongos ni callosidades.

Si deseas que la mezcla quede más consistente y sea más fácil de manipular, puedes agregar la preparación aceite de coco y realiza el mismo procedimiento.

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¿Qué puedes hacer en casa?

Además de seguir las pautas que te haya dado el médico y el podólogo, puedes poner en práctica los siguientes trucos:

Dejar de usar los zapatos que te están haciendo daño.
Después de quitarse el calzado, colocarlo en una ventana o espacio abierto para que se ventile.
Utilizar plantillas (para proteger la zona callosa).

Dejar los pies al aire por lo menos unos 15 minutos todos los días.
Calzarse con zapatos cómodos, acolchados, que estén hechos con un material que permita la transpiración. Y si es verano, es preferible usar sandalias, para que el pie esté bien ventilado.
Utilizar calcetines limpios siempre y, en caso de tener que hacerlo, cambiarse el par. Nunca dejarse los calcetines ni el calzado húmedo puesto.
Los parches con líquidos no son recomendables para todos los casos, por ello, hay que consultar al médico antes de adquirirlos.

Remojar los pies en un cubo con agua tibia (o caliente a una temperatura soportable), jabón neutro y sal gruesa unos 10 minutos. Pasado este tiempo, se saca un pie y se lima con cuidado los callos con una piedra pómez.
Hay que tener cuidado a la hora de limar ya que de hacerlo demasiado fuerte, podemos romper la piel y hacernos daño.
Lo ideal es realizar este procedimiento con regularidad, hasta conseguir eliminar la callosidad por completo.
Después de haber retirado las durezas y piel muerta de los pies, hay que secarlos muy bien y aplicar una crema humectante en los pies. También se podría utilizar un poco de aceite de coco para potenciar el efecto hidratante.

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